El predio en cuestión, propiedad de Luc Maria Vanryckeghem, ubicado en una zona rural de Edelira, cuenta con unas 50 hectáreas mecanizadas con cultivos de soja y otros productos, aparentemente alquilada por “dirigentes” a terceras personas. El resto es área boscosa y actualmente alberga entre 70 y 80 carpas o viviendas precarias, aunque solo una parte de los ocupantes reside allí de forma permanente.

De acuerdo a imágenes de cámaras de circuito cerrado instaladas en el lugar, se observa la utilización de maquinarias agrícolas durante horas de la noche para trabajar la tierra, en un contexto de tensión creciente.

Según la denuncia, en estas actividades estarían involucrados dirigentes del grupo de ocupantes, quienes incluso habrían amenazado a los guardias de seguridad del predio, que se ven desbordados por la situación.

Un equipo de esta emisora -meses atrás- realizó una visita al lugar y conversaron con dirigentes quienes expresaron su voluntad de aceptar la donación de tierras, hasta el momento no se logró avanzar en un acuerdo, pese a la disposición al diálogo por parte del propietario y su equipo legal. El conflicto, que ya lleva más de siete años, continúa sin una solución definitiva.

De acuerdo a un informe a la que accedió Radio Kokue Poty, los representantes de los ocupantes estarían vinculados con otros grupos y algunos tendrían antecedentes penales. Además, se señala la posibilidad de que posean armas de fuego e impidan el acceso al predio mediante actos intimidatorios y, en caso de desalojo, podrían movilizar personas de otras zonas.

El conflicto se arrastra desde hace más de siete años, y el representante legal del propietario ha manifestado en varias ocasiones su disposición al diálogo para alcanzar una solución pacífica, incluso mediante la entrega de parte de las tierras.

Actualmente, el ingreso a la propiedad es considerado riesgoso debido a la presencia de personas armadas que, según testigos, aparecen de manera repentina para bloquear el acceso.